miércoles, 30 de octubre de 2013

LOS VETERINARIOS CONTIGO

Hay una cuestión que muchas veces pasa desapercibida cuando hablamos de la salud y el bienestar de nuestra mascota. Esta cuestión es la CONFIANZA. Aunque parezca una evidencia, no siempre somos conscientes de que la relación entre las partes implicadas en ese bienestar debe estar basada en esta premisa.

Nuestra mascota es el epicentro de una gran cantidad de sentimientos y afectos que fluctúan en ambos sentidos, desde la mascota hacia el propietario y desde el propietario hacia la mascota. Este flujo de sentimientos es posible porque nuestra mascota confía en nosotros, quienes intentamos satisfacer todas sus necesidades. La confianza del propietario en su mascota se fortalece porque comprueba cada día que ella siempre está a su lado.

Hay ocasiones en las que ese flujo de sentimientos se altera, por enfermedades, cambios en el ambiente u otros desajustes. Es en estos casos cuando la figura del veterinario cobra importancia porque el propietario confía en que nosotros, como profesionales, restablezcamos ese flujo afectivo que se había alterado. Gracias a esa confianza que todos ponemos sobre la mesa conseguimos en la mayoría de las ocasiones que las cosas salgan bien.


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